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El Movimiento Populista Nunca Sucedió

Essay (translation)
Bronze Age Pervert

El Movimiento Populista Nunca Sucedió

La elección de este año en la Argentina ha elevado a Javier Milei al estrellato internacional. Sus presentaciones casi teatrales, su pasión histriónica, su energía frente a las cámaras nos recuerdan a Trump, Bolsonaro y otros campeones maníaco-carismáticos antiestablishment de los años recientes. Éstos emergieron mayormente como resultado de la justificada desesperación popular ante el fracaso de los gobiernos contemporáneos en resolver el problema de la decadencia de la vida: ciudades echadas a perder por el crimen, esclerosis económica, una inmigración en masa con rasgos de ultratumba. Ni siquiera es correcto llamarlos “populistas”, como cuando, debido al eclipsamiento de individuos como Trump y Bolsonaro, diversos analistas saltaron a escena más o menos entre el 2020 y el 2021 para proclamar que “el movimiento populista está acabado, los tecnócratas globalistas han triunfado”. Dicho marco conceptual confunde el problema moderno fundamental, el cual es el declive del capital humano, un hecho de la vida que puede ser reconocido primero que nada en la gobernanza mundial.

En algunos países fue posible etiquetar a los críticos de los gobiernos retardados como “populistas”, pero esto no fue así en todos lados e incluso en Brasil, Bolsonaro no fue electo por el voto de los pobres y de los muchos, sino a hombros de una campaña en contra de los demagogos rojos de izquierda que habían llevado a la economía y la vida de los brasileños hasta el borde del abismo, y en representación de los campesinos de buen pasar y de la pequeña burguesía. El marco de que un “movimiento popular”, que de hecho nunca existió y nunca fue el quid de la cuestión, está “acabado” se basa también en una serie de sucesos fortuitos individuales, en particular el carácter, las experiencias y decisiones de Bolsonaro y Trump mismos. Mas sus vacilaciones personales no significan que los problemas que llevaran al ascenso de estos hombres en un primer momento hayan desaparecido. Ni son estos problemas un “ajedrez” maquiavélico en cuatro dimensiones llevado a cabo por alguna “élite” realmente competente y operando desde las sombras, que de hecho estaría “usufructuando” el desorden. No hay un cínico operador de los acontecimientos… las cosas son realmente así de estúpidas, y no hay nadie competente al mando del timón. En consecuencia habrá Trumps, Bolsonaros y Mileis apareciendo casi cada año, y no todos tendrán el mismo hándicap personal. Las próximas décadas serán probablemente excitantes.

Milei saltando al estrellato, sin embargo, ha llevado a algunos momentos incómodos cuando varios del ambiente “disidente” y “antiestablishment”, tanto de derecha como de izquierda, han prestado especial atención al contenido de sus palabras más allá del factor comedia. Rápidamente notaron que él es un “libertario”, clamando por la reducción de los gastos públicos, los programas de gobierno y el tamaño del Estado, y llamando a eliminar numerosas dependencias públicas. Esto atenta contra los Temas de Discusión Disidentes que han emergido desde el 2017, que denuestan al libertarianismo como una ideología “chata y básica”, asimilando toda la retórica libremercadista a la vieja guardia del Partido Republicano de EEUU que Trump destruyó en las primarias del 2015-2016, y que están basados en general en posiciones “populistas en lo económico” o “nacionalistas económicas” vagamente identificadas con Steve Bannon2 o llamadas “bannonitas”. Como todos los Temas de Discusión perdurables, éstos guardan algo de verdad, tal vez incluso un 60% de verdad en ellos. El libertarianismo, tanto en la forma impulsada por los ideólogos teóricos, sean del Instituto Mises o del Cato, como en la forma de una politicidad-limitada impulsada por el ala Jack Kemp del Partido Republicano, ejemplarizada en hombres como Paul Ryan, fue ampliamente desacreditada no sólo por Trump, sino también por los manifiestos fracasos en los años que antecedieron al 2016. Los fallos fueron de dos tipos. Una discusión completa de estas fallas en la retórica, la práctica, o en el caso del libertarianismo de estilo genuino y auténtico a lo Ron Paul su simple ineptitud para competir en la arena política democrática –cualesquiera que fueran las razones de ello– sería una discusión muy interesante, pero debe ser dejada de lado para otro momento. Quiero referirme por un instante al consenso “populista económico” y “bannonita” que ha emergido en los últimos años entre los ambientes disidentes así llamados de derecha, y que es actualmente promovido en sus revistas y publicaciones más importantes como la voz pública de una supuesta “resistencia”. Es debido a la amplia aceptación de esta ortodoxia (en realidad un conjunto de temas de discusión poco y mal examinados) que la derecha suena cada día más como una versión del profesor universitario marxista y chomskyano vestido de aburrido traje gris, zumbando acerca del FMI, el Foro Económico Mundial, el neoliberalismo, el supuesto problema del “hipercapitalismo” y el Capital, la “atomización social”, la “destrucción de las comunidades nativas y tradicionales”; a la par que pasa atropellando con una especie de temblor engreído y grandilocuente en pos de “un compromiso con el socialismo”, un “análisis de clase”, una “democracia de la clase trabajadora postracial multirracial”, cual si éstas fueran las ideas más novedosas y revolucionarias, y como si existiera la perspectiva genuina de llegar a ser la vanguardia de millones de proletarios urbanos contra el orden burgués “angloliberal”.

Podría ser mala idea tomar como válida la palabra de Paul Ryan cuando dice de sí representar el “libre mercado”, el libertarianismo o la libre empresa, como podría ser también mala idea el creer que Jonah Goldberg del Goucher College está en lo correcto con su definición de “socialismo”. Pero de nuevo, ésta es una discusión para otro momento.

Este tipo de personas estuvieron en el poder en la Argentina durante décadas y no han provisto lo que uno pensaría que el pueblo anhela que le provea el gobierno, basados en la expresión del interés directo de las masas durante los años 2015 y 2016, y antes de que los intelectuales y expertos comenzaran con su campaña de ofuscación. La Argentina ha tenido gobiernos “bannonitas” y “nacionalpopulistas en lo económico” por décadas y elevados al cuadrado. Los argentinos obtuvieron un 100% de lo que los Bannon y los “socialistas conservadores”, la “derecha disidente”, alternativa o cualquiera sea el epíteto de moda con que se designen a sí mismos, todo lo que éstos están ahora demandando, todo lo que está siendo exigido, y mucho más. Por décadas ésta ha sido la situación en la Argentina. Todo en la retórica, pero también en las prácticas políticas, impuestas a punta de pistola las más de las veces. Perón aplastó completamente a las clases altas terratenientes, y trajo consigo una economía nacional-populista, rompiendo en particular con la intromisión de los ingleses y a menudo invocando un lenguaje comunitario tradicionalista y los valores familiares. Si se quiere socialismo conservador, hete aquí su ejemplo en acción, a pleno; y ved luego sus frutos aportados tras el correr de las décadas…

Considérese por ejemplo que las puertas de la Argentina han sido abiertas hasta saltar los goznes a la migración masiva descontrolada. Esto ha sido realizado a pesar del lenguaje nacionalista y populista económico que los bannonitas invocan en los Estados Unidos y que los peronistas han usado aun más agresivamente en la Argentina. Encuentro fascinante, por cierto, que todas las regiones y naciones con sistemas semejantes de izquierda populista o de izquierda en lo económico comparten los mismos resultados. Así en Irlanda, así en el País Vasco en España, donde la ETA3 constituye el espíritu de tal región y que junto a los kurdos del PKK4 conforman las facciones más leales a la internacional de “izquierdas nacionales”. Muy nacionales, pero todas ellas están inundadas de inmigrantes. El investigar acerca de las razones del porqué suceda esto, lo dejaré nuevamente para otro momento, mas sospecho que, si bien cuando están fuera del poder dichos partidos insinúan que los inmigrantes son dejados entrar como “mano de obra barata” por una conjura del gran Capital o por perversos y taimados capitalistas que planean construir alguna estación orbital para ellos al estilo de la película “Elysium”; y entonces ellos prometen (tal vez honestamente) a las clases media y media-baja el que detendrán esta inmigración y mejorarán el mercado de trabajo, los salarios y sus condiciones económicas. Mas una vez en el poder, los partidos de izquierda populista descubren que los inmigrantes nunca fueron traídos por los capitalistas con razones maquiavélicas; que a lo sumo, los capitalistas habían sido sobornados, y no todos los capitalistas sino sólo algunas industrias, a las que se les permitió sacar tajada y que por ello acataron… aunque no queda claro si su voluntad de obedecer o no habría sido relevante en absoluto. Descubren que los inmigrantes han sido traídos principalmente como clientela política y herramientas políticas para la izquierda, traídos por aquellos que se enfrentan a los “ricos”, nebulosa definición siempre cambiante que a menudo incluye también a la mayoría de la clase media. Y entonces la lógica de esto es irresistible para los partidos “populistas en lo económico” una vez instalados éstos en el poder por algún tiempo, sin importar la retórica inicial acerca de “la pauperización del proletariado finalmente llevada a cabo por medio de la inmigración masiva”. Si nuestra postura es la de “los muchos pobres y conservadores contra la decadente y depredadora Élite y los ricos”, ¿por qué no llegaríamos a ver a los millones de pobres extranjeros con “valores familiares y decentes” como nuestros aliados? Los populistas en lo económico, incluso cuando expresen abiertamente retóricas nacionalistas y étnicas en sus comienzos, las abandonarán siempre a éstas en favor de importar nuevos clientes5, y les es racional el hacerlo. En muchos casos, por cierto, no tienen ni siquiera un lenguaje específicamente etno-cultural, nacional o racial distintivos: muchos de la derecha son tontamente llevados de las narices cuando alguien de izquierda empieza a embaucarlos con su relato contra el “globalismo”, el “FMI”, el “angloliberalismo internacional”, las “élites transnacionales” y tales cosas, pensando que tal personaje debe sin duda querer preservar las características demográficas y culturales de su región o país en particular. Pero esto no es casi nunca el caso: la importación de millones de paraguayos, peruanos y bolivianos en la Argentina, o los inmigrantes en el País Vasco o Irlanda podrían en realidad llegar a ser vistos como “sí, estamos importando gente de buenos valores familiares que se alzarán a nuestro lado en solidaridad con los nativos y en contra del globalismo, el Capital y la atomización Neoliberal”. Y esto es de hecho lo que sucede.

En la Argentina la retórica en torno a quién es el Enemigo ha cambiado de modo sutil pero indubitable desde la vieja guardia.

Del rico y anglófilo de Recoleta durante los tiempos de Perón a los actuales “apáticos, decadentes niños ricos blancos de Buenos Aires que no quieren hacer un trabajo manual honesto y sólo quieren realizar una labor intelectual o ir al cine y comer tostadas con palta. ¡Al carajo con ellos! Yo soy un orgulloso hombre sindicalizado y el Pachamamero de Bolivia es mi aliado contra estas Élites”. De hecho era igual en tiempos de Perón: sólo que él no tuvo que importar nacionales extranjeros por aquel entonces. Como otros “populistas” sudamericanos trajo no-europeos, “clase trabajadora, gente que era la sal de la tierra7” de las provincias, comprando sus votos con hospitales, bienes materiales, servicios, y logró que ellos fueran sus clientes políticos en contra del rico terrateniente de la vieja guardia de Brahmines6. Es la historia de Franklin D. Roosevelt bajo otros ropajes, y la historia de la senectud y muerte de las naciones modernas en general bajo las diversas formas de la mafiocracia8 o “democracia de masas”. Debe agregarse también que fue durante el régimen de economía populista de la clase trabajadora de los que son “la sal de la tierra” bajo el peronismo “socialista conservador” que la Argentina devino una de las primeras naciones en el orbe en legalizar el matrimonio homosexual. Pero tal como en materia de identidad nacional, también la moralidad “colectivista” conservadora y religiosa, o el moralismo en política, y la retórica de tales partidos significa una cosa en sus orígenes, y otra enteramente diferente luego. Al final es siempre la misma izquierda, que nos ha dado vueltas alrededor durante décadas y con los mismos resultados; los cambios sólo son cosméticos.

El tema de cómo el populismo económico y la izquierda siempre traicionan al nacionalismo real es muy interesante, y debe ser explorada en detalle; pero su fracaso en cumplir en concreto con sus promesas económicas es la gran razón real detrás del ascenso de Milei hoy en la Argentina. Décadas de “obtener todo lo que el ambiente político disidente norteamericano está demandando hoy” ha dejado a la Argentina compitiendo contra Venezuela cuando debería estar compitiendo contra los Estados Unidos, dados sus talentos naturales y su capital humano. No hay mejor ejemplo en el mundo moderno en el cual un mal gobierno y una mala cultura en concreto han destrozado tanto un país, que de otra manera posee tanto los recursos naturales como el capital biológico humano para no sólo ser bello sino realmente grandioso. A diferencia del Este de Europa u otras partes de Europa, la Argentina no tiene excusas: no sufre hoy ocupaciones de Rusia o de otro atacante9, ni siquiera hay guerras; ni desastres naturales. Clima paradisíaco y aislamiento; clima templado, libre de las pestes. Una población inteligente, altamente letrada y culta. Todo arruinado por malas decisiones políticas, una cultura política terrible, y tal vez malos elementos de la cultura en general.

Y todo devastado por el “populismo económico” que conlleva impuestos aplastantes, regulaciones en nombre de la justicia social que destruyen cualquier intento de empresa, y que a la postre conduce realmente a la esclavización de la parte buena, inteligente y talentosa de la población y su transformación en una unidad servil para la provisión de bienes a los muchos tontos, morenos y estupidizados, de modo tal que esos muchos puedan votar por políticos miserables que invocan para sí un lenguaje “sindical” santurrón y engreído. Es así de simple. La izquierda está en lo correcto en que el libertarianismo en la Argentina sería una “supremacía blanca de facto”. De hecho están en lo correcto sobre esto también en los Estados Unidos, excepto que el conjunto de expertos de la “derecha disidente” se ha convencido a sí mismo de que la “clase trabajadora” blanca, que ya está en la actualidad altamente gravada por impuestos a nivel local, se beneficiaría no por una eliminación de las desventajas legales raciales en contra de ellos y sus hijos10, así como de una baja de sus impuestos, (¡Eso sería Neoliberalismo! ¡Libertarianismo!), sino a través del “socialismo populista conservador”, esto es, esquilmándoles más impuestos a ellos y luego canalizándolos de vuelta bajo la forma de “créditos” y “servicios” tras haber sido previamente filtrados y lavados por las manos de numerosos empleados del gobierno. ¿Quiénes son estos empleados? Pues, nadie de la “Alt-Right” ni de la “Alt-Lite”11 Bannonita, ni gente del conjunto de expertos “socialistas conservadores disidentes”, dado que ninguno de ellos ha logrado entrar a la burocracia gubernamental; sino las Yenis y los Braians12. ¡Capaz prohibir la pornografía sirva de algo! Pero es tan trillado invocar la libertad. ¿No quieren terminar siendo vistos como un Paul Ryan13, no?

La esquina en donde se arrinconaron a sí mismas las facciones antiestablishment, especialmente las de Francia y Norteamérica (aunque también de otras partes de Europa) es el rincón desde el cual, luego de unos pocos años de intercambiar mensajes simplistas a través de un juego idiotizado del teléfono descompuesto, se han vuelto incapaces de ver la realidad desnuda al menos en lo que atañe a la Argentina… y son incapaces de ver el porqué alguien como Milei está en ascenso allí no a pesar de sino gracias a su retórica y promesas de libertad… esto podría ser difícil de superar en los años venideros. Es la retórica de perdedores la que obscurece la realidad de la vida altamente regulada, asfixiantemente controlada en Norteamérica y Occidente debajo de absurdos slogans tales como el “hipercapitalismo” y la “atomización”, y que asumen erróneamente que la juventud europea, o francamente cualquier otra clase de juventud talentosa, precisan de la ayuda y protección del gobierno más que necesitar que el gobierno les quite la bota de encima de sus cabezas. Es más fácil ver esto en otro país y en otro mundo, donde tal vez los temas en discusión no han meticulosamente encubierto todavía la realidad que hay delante de nuestros propios ojos.

He aquí someramente, de mi experiencia en la Argentina, algunas cosas que recuerdo vívidamente: una empresaria de origen croata nacida en la Argentina, dueña de una confitería con un café inusualmente delicioso y facturas de los Balcanes, quien, una mañana llevada por la conversación, estalló en lágrimas ante mis ojos por el prospecto que deparaba el futuro a sus nietos en la Argentina. Todos ellos inteligentes, altamente educados, trabajando en profesiones liberales, y absolutamente todos ellos exprimidos hasta el tuétano por un gobierno que les extraía la mayor parte del ingreso, mientras los sermoneaba duramente por su identidad y deseos individualistas “atomizados”, y les recordaba su obligación de dar a la Sociedad y la Comunidad (que se espera por razones morales, sea a su parte marrona). Todos ellos detentaban un estilo de vida y unos recursos materiales que serían considerados como mucho como de clase media baja en Europa o Norteamérica, incluso ni eso; todos empobrecidos por un gobierno que insiste que los trabajadores profesionales son chupasangres excesivamente pagos que se alimentan de la energía vital del trabajador que es la Sal de la Tierra. Cada persona inteligente que busca o quiere un trabajo medianamente aceptable se queja por las mismas cosas en la Argentina: impuestos aplastantes, una sofocante falta de oportunidades, y una altanera, movilizada en parte racialmente, “Clase Trabajadora” que es pagada mejor que ellos y a la que le es permitido actuar con una arrogancia sin límites… los choferes de colectivos ganan el doble o el triple de lo que ganan los profesionales. El exprimirlos a fondo fiscalmente de todo su dinero se realiza en pos de “una clase trabajadora multirracial”, es decir, de la clase subalterna no blanca. Es en gran parte lo mismo en Norteamérica y cada vez más en Europa, sin importar la absurda retórica “hipercapitalista”. Lo real y concreto de la vida moderna actual para toda persona inteligente o ambiciosa es ser esquilmado hasta el hueso en nombre del Ciclo. No puedo mencionar plenamente el Ciclo en estas páginas, pero, sintéticamente, es ser exprimido hasta quedar seco para que una Yeni14 obesa pueda expirar alegremente en un hospital público tras los heroicos esfuerzos de médicos profesionales inevitablemente mal pagos, y luego de una vida completa engordando a base de snacks y comida chatarra. Éste es el ciclo de la economía moderna. En la Argentina este Ciclo se ha vuelto inexorable y omniabarcador. Los altísimos impuestos no proveen ningún servicio público de valor, ni una vida política o social comunitaria real, ni calles limpias. Hay villas y mini ciudades de casas de chapa y cartón con inmigrantes incluso en los barrios más pudientes de hoy. Reiteramos, de alguna manera las décadas de lenguaje moralista en torno al “Hombre Trabajador” y el populismo económico y en contra de las Élites globalistas no han detenido ninguno de los males que los Disidentes en Occidente achacan a algo denominado “Neoliberalismo”, sino que los han exacerbado.

Milei es el último de una larga serie de manotazos de ahogado y de intentos probablemente condenados al fracaso para detener esto, la lógica de la democracia. Es posible a veces que, bajo la lógica de la democracia de masas (el tomar de aquellos que trabajan y que poseen para darles a aquellos que no a cambio de sus votos, y si nos quedamos sin estos últimos, simplemente importarlos de cualquier lado bajo la cantinela humanitaria), esto sea detenido por algún tiempo. Bajo esta lógica las cosas llegan periódicamente a una tan mala situación que esporádicamente se forman diversas coaliciones y se puede llegar a elegir a alguien como Milei o, antes que él, un Macri. Pero estos hombres pronto descubren que para lograr sus objetivos son necesarias reformas tan extremas que tornarían inevitable una revolución o incluso una guerra civil. Por lo que se rinden y el proceso continúa hasta la próxima crisis. Pero esto no acaba ni puede acabar, hasta que se acaba con todo.

Es fácil ver cómo terminaría un país como la Argentina, y probablemente lo está haciendo ahora, yendo a su descalabro total como nación. Algún territorio con ese nombre existirá en quizá cincuenta años, pero no estoy siquiera seguro de que será así llamado. Podemos ver el resultado final de todo lo que he dicho: ninguna persona ambiciosa, inteligente, quiere ser esclavizada a este tipo de situación eternamente; motivo por el cual a donde sea que uno vaya, sea Costa Rica o España, u otras partes de Europa, vemos jóvenes argentinos que se han escapado.

Las descabelladas leyes de protección-de-la-mujer son otra parte de esta fatídica historia; y otro beneficio de las décadas de “democracia económicamente populista y antiglobalista de los trabajadores”. El “denunciar” al hombre es el derecho absoluto e inalienable de toda mujer, y sin el debido proceso ante la ley el hombre verá arrancados sus derechos y su vida destruida por cualquier denuncia, sin importar la frivolidad de éstas o su falta de evidencias15. (El quejarse contra este estado de cosas en los círculos de la Derecha Disidente norteamericana también se ha vuelto algo démodé: uno no quiere volverse uno de esos aburridos tipos de la manósfera16, ¿no? Lo que es realmente importante es el Populismo Económico y acabar con las Élites Globales Capitalistas…) De este modo la Argentina podría convertirse también en el primer país donde una parte significante de los hombres ha tenido que huir escapando de una literal persecución política a manos del feminismo militante17. Es también, a causa de la idiotez del “populismo económico”, el país que ha aprendido mejor y más extensamente a disimular y esconder expertamente la riqueza, y por ello los más pudientes, o bien han huido, o están huyendo, o han aprendido a través de la corrupción y otros medios a ocultar la riqueza productiva en paraísos fiscales. Puedo seguir y seguir con esto, pero todos los ejemplos apuntan a lo mismo: el final es el de un país que acaba despoblado, o al menos despoblado de un gran porcentaje de sus hombres, de su población europea hábil y bien calificada, y de su riqueza, junto a todos aquellos otros elementos esenciales que le dan su ser como el país particular que es. Entonces mi presunción es que eventualmente en el futuro, y en los lindes de este mismo siglo, cesará de existir. Alguien como Milei podría dar vuelta las cosas, pero sólo a través del abandono completo de la democracia18 y la militarización del gobierno. Los Estados Unidos seguramente no permitirán esto. Podrán permitirlo en El Salvador para detener a las bandas criminales y la violencia, pero seguramente no en la Argentina para detener a la versión local del Marxismo racista, que es además el propio programa de los gobernantes norteamericanos. Mas la Historia nos presenta últimamente numerosas sorpresas y algunos pueblos están exteriorizando ocultas e inesperadas fuentes de energía e ingenuidad; espero estar equivocado, y que Milei o alguien más detenga este proceso en Sudamérica y dé el ejemplo a los otros… pero es harto improbable.

El más probable futuro (y en gran medida ya el presente) de la Argentina es interesante, porque la solución es y será la emigración masiva de sus más capaces, sus riquezas y, pronto eventualmente en las próximas décadas, de la mayoría de sus exponentes bellos, talentosos y de tipo no-pigmeo. ¿Pero a dónde quedará lugar para escapar al final?19.

 

Traducción y notas por F. Mazzucco

 

1Bronze Age Pervert, BAP, es un escritor anónimo. Su formación se enfoca en la filosofía y la política, desde los autores griegos clásicos, a Nietzsche, Mishima y Leo Strauss.

2Steve Bannon fue el director de Breitbart, el sitio de noticias en internet más importante de la derecha Republicana de EEUU, durante la campaña presidencial del 2015. Desde allí fue el promotor de Trump a través del apoyo a lo que luego se llamaría la Alt-Right, la derecha alternativa: una serie de nuevos actores intelectuales por fuera del sistema que hicieron ganar las elecciones a Trump por medio de la propaganda masiva en redes sociales y el planteo de una batalla cultural rupturista y anti-progresista. Bannon será nombrado asesor de Trump, una vez llegado éste a la presidencia, cargo que mantendrá hasta que las tensiones sociales y el caos en las calles obligan a Trump a romper con sus seguidores de la Alt-Right, y más tarde a descartar a la figura de Bannon, para calmar a las fieras mediáticas que lo agredían.

3Organización político-militar de izquierda que busca la independencia del País Vasco a través de la lucha terrorista contra el Estado español.

4Organización político-militar de izquierda que busca la independencia de los kurdos, pueblo que no tiene aún Nación-Estado propio. Hay diversas guerrillas operando en cada país donde habitan los kurdos –Turquía, Irak, Irán y Siria–, siendo el PKK la principal fuerza kurda en Turquía.

5Por si no queda claro, el uso de la palabra cliente se refiere, no a su uso común en español: la parte que adquiere un bien o servicio en una relación comercial, sino a su uso original latino: cliente como aquel que en una relación de dependencia explícita adquiere de la otra parte –su patrón– dinero, bienes, ascenso social y protección a cambio de entregar su lealtad, voto, labor y su misma persona cuando fuera necesario. La palabra retiene muy claro dicho significado en su uso en “clientelismo político”.

6Los Brahmines conforman la cúspide de la casta dominante en el viejo sistema de castas de la India. Están ligados a la función sacerdotal y regente.

7Cita bíblica. Mateos 5:13.

8Neologismo acuñado por el autor. El gobierno de las mafias asimilado al gobierno de las multitudes plebeyas era reconocido en la Antigüedad como “Oclocracia” (gobierno de la turba) y muy especialmente como “Democracia”, el gobierno de la muchedumbre que implicaba desenfreno, libertinaje, destrucción del orden y anarquía de las pasiones individuales que llevaba a la anarquía pública.

9Se sobreentiende por supuesto, ocupaciones sobre territorio continental, y guerras activas en estos momentos.

10Existe en los Estados Unidos un sistema de discriminación y desigualdad ante la ley que afecta solamente a la población de raza blanca. Este sistema legal nació a partir de las leyes “de derechos civiles”, que en su letra estipulan que “nadie puede ser discriminado por razones de raza, religión o color”. Pero que en la realidad ha alzado un monstruoso armado estatal de discriminación contra los europeos, llamado muy cínicamente de “discriminación positiva”: así es ilegal discriminar a nadie al dar un trabajo, una beca de estudios o un puesto en el Estado, pero es legal, permitido y tildado como positivo por los juristas liberales si es un blanco al que se lo discrimina. En el ámbito de la cultura existe a la par la “Critical Race Theory”: la teoría antiblanca que enseña a demonizar a los europeos como origen de todos los males del mundo actual (e incluso, todos los males de la historia de la humanidad). Tal degeneración cultural ha llegado hace poco a la Argentina a través de los adláteres del “progresismo” y se transmiten en un gran paquete: derechos humanos, “privilegio blanco” y minorías “protegidas” (que son todos aquellas que se buscará a la larga beneficiar vía un cambio legal y en desmedro de la demonizada población nativa argentina “descendiente de los barcos”).

11La Alt-Right era el movimiento cultural original de la nueva derecha norteamericana. Tras peleas en las calles entre simpatizantes de estos grupos y elementos de la izquierda extremista, se romperá el frente de la nueva derecha y surgirá una versión moderada en su discurso, sus prácticas y su estética: la Alt-Lite.
Bannon siempre pugnó por tener un lenguaje edulcorado y hacer la labor política más en las redes y los medios de prensa que en las calles y las marchas activas, por lo que es uno de los primeros que realiza la escisión interna separándose como Alt-Lite de los Alt-Right duros… Y a todo esto, varios de estos Alt-Right terminarán tomando posiciones populistas en lo económico como las aquí criticadas por el autor, debido al origen proletario y filosocialista de muchos de sus miembros.

12En el original el autor habla de las Shaniquas y Chantelles, nombres que evocan el universo de los negros norteamericanos que viven de parasitar el sistema de subsidios a las “minorías protegidas” del sistema. Lo que tiene su paralelo en la Argentina con el estereotipo de los Braians y las Yenis locales, viviendo de las asignaciones por hijos y los planes del Estado.

13Paul Ryan era el jefe de la bancada republicana en el Congreso, y hasta la llegada de Trump uno de los hombres más poderosos del partido. Pero su modo de actuar en política era ladino y en base a ceder ante los liberales en todas las posiciones ideológicas conservadoras. Por ello fue llamado el padre de los “Cuckservatives” (mezcla de dos palabras inglesas que significan “cornudo” –engañado por la mujer– y “conservador”). Trump y la Alt-Right destruyeron esa cultura de ser “conservadores sólo en el discurso” pero liberales por dentro. E incluso dejaron a la antigua ala conservadora, antes “en el extremo del partido”, como el ala moderada frente al trumpismo más duro y militante.

14Nuevamente entra en escena una Chantelle afroamericana, que en nuestro Río de la Plata ya hemos rebautizado como “la Yeni”.

15Es la famosa doctrina de la “justicia con perspectiva de género”, mediante la cual se destruyó toda la base legal de occidente en la Argentina: la igualdad ante la ley, el debido proceso y el derecho a la defensa, incluyendo, el disponer de todas las pruebas y el enfrentar a la parte acusatoria, son violadas en los casos de denuncias por intentos de “femicidio” o “violencia de género”. La palabra de una mujer “vale más” que la de un hombre, se puede meter preso a alguien sin pruebas si la parte acusatoria es mujer, pues sus dichos son ya prueba irrefutable. Y por supuesto, lo peor: la inversión de la máxima prelegal según la cual “el acusador debe demostrar la culpabilidad; y no el acusado demostrar la inocencia”, por lo que todo hombre es culpable por definición y debe conseguir pruebas para demostrar lo contrario o acabar encarcelado. Y “toda duda podrá y será usada en su contra”, torciendo la otra máxima que viene desde Roma de in dubio pro reo.

16La Manosphere es un movimiento de identidad cultural para los hombres que querían romper con las ideas que el feminismo había impuesto en los ambientes de Norteamérica. Con el tiempo, muchos terminaron degenerando en ser “el reverso de la moneda” del feminismo y produciendo sus mismos efectos: denostación de la vida en familia, incentivar la “lucha entre los sexos” (que no olvidemos nació como un tropos del feminismo de izquierda), la desconfianza absoluta en todo lo que sean relaciones sanas de amistad o pareja heterosexual, la mercantilización del otro y el culto de la esterilidad y el hedonismo.

17El caso Darthés, actor que ha debido refugiarse en su patria de nacimiento, por miedo a la persecución de la justicia feminista argentina “con perspectiva de género”; la cual acostumbra a entregar como caramelos las prisiones preventivas ante toda acusación de abuso; y que jamás castiga las falsas denuncias cuando éstas han salido a la luz tras los años de juicios, marchas feministas, defenestraciones públicas y empobrecimiento económico de los acusados, verdaderos parias, muchas veces incluso “cancelados” del mercado laboral y del ámbito social por el feminismo. Juan Darthés terminó ganando los juicios, tanto en la Argentina como en el exterior, lo que no impidió que se truncara su carrera artística, se manchara su buen nombre, se lo hundiera económicamente y se lo difamara públicamente, incluso con el resultado de inocencia ya probado en la mano, dado que a las huestes del feminismo no les importa la justicia salvo cuando ésta se mueve para condenar a un hombre, y todo fallo de inocencia es para ellas testimonio mayor de culpabilidad: es el sistema opresor del patriarcado en acto.

18Ante el posible miedo que estas alocuciones antidemocráticas puedan llegar a generar en el lector, los remitimos a nuestro artículo “Javier Milei: El Licurgo Argentino”. Allí se explica el sentido del sistema democrático en que vivimos hoy, el régimen original muy diferente que pregona nuestra Constitución (la República) y cómo han visto todas las épocas históricas a ese democratismo que se nos vende como la panacea de hoy. Véase el artículo en: https://reaxionario.substack.com/p/javier-milei-el-licurgo-argentino

19El autor se alinea con la postura que en la Argentina defienden aquellos del autodenominado “Partido Liberal Pesimista”, según la cual la única salida para la Argentina es… Ezeiza. A esto, le agrega su punzante crítica: si cada ser alto y aristocrático, culto y bello, trabajador y bien formado decide escapar a “un lugar mejor” abandonando su terruño; entonces, ¿qué terruño restará aún virgen de populismo decadente y seres bajos, haraganes y embrutecidos? Si siempre se retrocede hacia adelante, dejando tras de sí el dominio de la tierra a los otros ya corrompidos, llegará el fatal momento en que ya no quede más sitios de escape por descubrir sobre la Tierra… Teoría que comparte alguien como Elon Musk, para quien la expansión del hombre hacia nuevos mundos, empezando por Marte, es una necesidad y la única solución posible ante una crisis poblacional cada vez más acuciante.

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